Oración a Jesús crucificado
Para rezar los viernes o para meditarla a las tres de
la tarde en recuerdo de la crucifixión de Nuestro Señor en nuestro favor:
Heme aquí, o buen y dulce Jesús. De rodillas ante tu
divina presencia te pido y suplico, con todo el fervor de mi alma, que te
dignes grabar en mi corazón los más vivos sentimientos de fe, de esperanza y de
caridad, de verdadero arrepentimiento de mis pecados y la voluntad firmísima de
enmendarme, mientras que con sincero afecto e íntimo dolor de corazón considero
y medito en tus cinco llagas, teniendo muy presentes esas palabras que el
profeta David ya decía de ti, o buen Jesús: “Traspasaron mis manos y mis pies,
y contaron todos mis huesos”.
(Indulgencia
plenaria en las condiciones de costumbre para quien reza esta oración frente a
la imagen del Crucificado, después de la comunión – Pío P P. IX 31 de julio de
1850)