Lectura del libro de Isaías 48, 17-19
Así dice el Señor, tu redentor, el Santo de Israel:
«Yo, el Señor, tu Dios, te enseño para tu bien, te guío por el camino que sigues. Si hubieras atendido a mis mandatos, sería tu paz como un río, tu justicia como las olas del mar; tu progenie sería como arena, como sus granos, los vástagos de tus entrañas; tu nombre no sería aniquilado ni destruido ante mí.»Palabra de Dios
R. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;y cuanto emprende tiene buen fin. R.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.
EVANGELIO
Palabra del Señor.
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