jueves, 1 de julio de 2010

Jueves 13º del tiempo ordinario


En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico:
-«¡Animo, hijo!, tus pecados están perdonados.»
Algunos de los escribas se dijeron:
-«Éste blasfema.»
Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo:
-«¿Por qué pensáis mal? ¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados están perdonados”, o decir: “Levántate- y anda”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados -dijo dirigiéndose al paralítico-: “Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa.” »
Se puso en pie, y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.

Mateo 9, 1-8

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