lunes, 15 de noviembre de 2010

Lunes 33º del tiempo ordinario


En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron:
-«Pasa Jesús Nazareno.»
Entonces gritó:
-«¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!»
Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte:
-«¡Hijo de David, ten compasión de mi!»
Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó:
-«¿Qué quieres que haga por ti?»
Él dijo:
-«Señor, que vea otra vez.»
Jesús le contestó:
-«Recobra la vista, tu fe te ha curado.»
En seguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

Lucas 18, 35-43

No hay comentarios:

Publicar un comentario