lunes, 23 de septiembre de 2013

Novena del Padre Pío




NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 
Nota: La presente Novena la recitaba diariamente el Padre Pío por todos aquellos que solicitaban sus oraciones. Se invita a los fieles a recitarla también diariamente confiando en la intercesión de San Pío de Pietrelcina.

 
1. ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: «En verdad os digo: Pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá». He aquí que, confiado en tu palabra divina, llamo, busco y te pido la gracia...

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

 
2. ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: «En verdad os digo: todo lo que pediréis a mi Padre en mi nombre, Él os lo concederá». He aquí que, confiado en tu palabra divina, pido al eterno Padre en tu nombre la gracia...

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

 
3. ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: «En verdad os digo: los cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán». He aquí que, confiado en la infalibilidad de tu Palabra divina, te pido la gracia...

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

 
Oh Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.

 
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.


viernes, 21 de junio de 2013

Oración a San Luis Gonzaga


¡Oh Luis Santo adornado de angélicas costumbres! Yo, indigno devoto vuestro os encomiendo la castidad de mi alma y de mi cuerpo, para que os dignéis encomendarme al Cordero Inmaculado, Cristo Jesús, y a su purísima Madre, Virgen de vírgenes, guardándome de todo pecado. No permitáis, Angel mío, que manche mi alma con la menor impureza; antes bien, cuando me viereis en la tentación o peligro de pecar, alejad de mi corazón todos los pensamientos y afectos impuros; despertad en mí la memoria de la eternidad y de Jesús Crucificado; imprimid hondamente en mi corazón un profundo sentimiento de temor santo de Dios, y abrasadme en su divino amor, para que así, siendo imitador vuestro en la tierra, merezca gozar de Dios en vuestra compañía en la gloria. Amén.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Avemaría

 
Dios te salve, María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

Plegaria de confianza al Corazón de María


¡Oh Corazón de María!, el más amable y compasivo de los corazones después del de Jesús, Trono de las misericordias divinas en favor de los miserables pecadores; yo, reconociéndome sumamente necesitado, acudo a Vos a quien el Señor ha puesto todo el tesoro de sus bondades con plenísima seguridad de ser por Vos socorrido. Vos sois mi refugio. mi amparo, mi esperanza; por esto os digo y os diré en todos mis apuros y peligros: ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

Cuando la enfermedad me aflija, o me oprima la tristeza, o la espina de la tribulación llegue a mi alma, ¡Oh Corazón de María, sed la salvación mía!

Cuando el mundo, el demonio y mis propias pasiones coaligadas para mi eterna perdición me persigan con sus tentaciones y quieran hacerme perder el tesoro de la divina gracia, ¡Oh Corazón de María, sed la salvación mía!

En la hora de mi muerte, en aquel momento espantoso de que depende mi eternidad, cuando se aumenten las angustias de mi alma y los ataques de mis enemigos, ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía.

Y cuando mi alma pecadora se presente ante el tribunal de Jesucristo para rendirle cuenta de toda su vida, venid Vos a defenderla y a ampararla. y entonces; ahora y siempre, ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

Estas gracias espero alcanzar de Vos, Oh Corazón amantísimo de mi Madre a fin de que pueda veros y gozar de Dios en Vuestra compañía por toda la eternidad en el cielo. Amén.

Oración de San Luis Gonzaga


Oh Señora mía, Santa María: hoy y todos los días y en la hora de mi muerte, me encomiendo a tu bendita fidelidad y singular custodia, y pongo en el seno de tu misericordia mi alma y mi cuerpo; te recomiendo toda mi esperanza y mi consuelo, todas mis angustias y miserias, mi vida y el fin de ella: para que por tu santísima intercesión, y por tus méritos, todas mis obras vayan dirigidas y dispuestas conforme a tu voluntad y a la de tu Hijo. Amén.

San Luis Gonzaga
1568 - 1591

Oración de San Anselmo

 
¡Oh bendita entre todas las mujeres, que vences en pureza a los ángeles, que superas a los santos en piedad! Mi espíritu moribundo aspira a una mirada de tu gran benignidad, pero se avergüenza al espectro de tan hermoso brillo. ¡Oh Señora mía!, yo quisiera suplicarte que, por una mirada de tu misericordia, curases las llagas y úlceras de mis pecados; pero estoy confuso ante ti a causa de su infección y suciedad. Tengo vergüenza, ¡oh Señora mía!, de mostrarme a ti en mis impurezas tan horribles, por temor de que tú a tu vez tengas horror de mí a causa de ellas, y sin embargo, yo no puedo, desgraciado de mí, ser visto sin ellas.

San Anselmo
Doctor de la Iglesia. 1033-1109

Oración de San Bernardo

 
Salve Reina de misericordia, Señora del mundo, Reina del cielo, Virgen de las vírgenes, Sancta Sánctorum, luz de los ciegos, gloria de los justos, perdón de los pecadores, reparación de los desesperados, fortaleza de los lánguidos, salud del orbe, espejo de toda pureza. Haga tu piedad que el mundo conozca y experimente aquella gracia que tú hallaste ante el Señor, obteniendo con tus santos ruegos perdón para los pecadores, medicina para los enfermos, fortaleza para los pusilánimes, consuelo para los afligidos, auxilio para los que peligran.
Por ti tengamos acceso fácil a tu Hijo, oh bendita y llena de gracia, madre de la vida y de nuestra salud, para que por ti nos reciba el que por ti se nos dio. Excuse ante tus ojos tu pureza las culpas de nuestra naturaleza corrompida: obténganos tu humildad tan grata a Dios el perdón de nuestra vanidad. Encubra tu inagotable caridad la muchedumbre de nuestros pecados: y tu gloriosa fecundidad nos conceda abundancia de merecimientos.
Oh Señora nuestra, Mediadora nuestra, y Abogada nuestra: reconcílianos con tu Hijo, recomiéndanos a tu Hijo, preséntanos á tu Hijo.
Haz, oh Bienaventurada, por la gracia que hallaste ante el Señor, por las prerrogativas que mereciste y por la misericordia que engendraste, que Jesucristo tu Hijo y Señor nuestro, bendito por siempre y sobre todas las cosas, así como por tu medio se dignó hacerse participante de nuestra debilidad y miserias, así nos haga participantes también por tu intercesión de su gloria y felicidad.

San Bernardo
Doctor de la Iglesia. 1090 - 1153

Oración de San Alfonso María Ligorio



Virgen Santísima Inmaculada y Madre mía María, a Vos, que sois la Madre de mi Señor, la Reina del mundo, la abogada, la esperanza, el refugio de los pecadores, acudo en este día yo, que soy el más miserable de todos. Os venero, ¡oh gran Reina!, y os doy las gracias por todos los favores que hasta ahora me habéis hecho, especialmente por haberme librado del infierno, que tantas veces he merecido. Os amo, Señora amabilísima, y por el amor que os tengo prometo serviros siempre y hacer cuanto pueda para que también seáis amada de los demás. Pongo en vuestras manos toda mi esperanza, toda mi salvación; admitidme por siervo vuestro, y acogedme bajo vuestro manto, Vos, ¡oh Madre de misericordia! Y ya que sois tan poderosa ante Dios, libradme de todas las tentaciones o bien alcanzadme fuerzas para vencerlas hasta la muerte. Os pido un verdadero amor a Jesucristo. Espero de vos tener una buena muerte; Madre mía, por el amor que tenéis a Dios os ruego que siempre me ayudéis, pero más en el último instante de mi vida. No me dejéis hasta que me veáis salvo en el cielo para bendeciros y cantar vuestras misericordias por toda la eternidad. Así lo espero. Amén.

San Alfonso María Ligorio
Doctor de la Iglesia. 1696 - 1787

Virgen y Madre


Oh Virgen santísima,
Madre de Dios,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
míranos clemente en esta hora.
Virgo fidélis, Virgen fiel,
ruega por nosotros.
Enséñanos a creer como has creído tu.
Haz que nuestra fe
en Dios, en Cristo, en la Iglesia,
sea siempre límpida, serena, valiente, fuerte, generosa.


Mater amábilis, Madre digna de amor.
Mater pulchrae dilectiónis, Madre del Amor Hermoso,
¡ruega por nosotros!
Enséñanos a amar a Dios y a nuestros hermanos
como les amaste tú;
haz que nuestro amor a los demás
sea siempre paciente, benigno, respetuoso.


Causa nostrae laetítiae, causa de nuestra alegría,
¡ruega por nosotros!
Enséñanos a saber captar, en la fe,
la paradoja de la alegría cristiana,
que nace y florece en el dolor,
en la renuncia,
en la unión con tu Hijo crucificado:
¡haz que nuestra alegría
sea siempre auténtica y plena
para podérsela comunicar a todos!
Amén.


Juan Pablo II

Súplica a la Virgen para ser buen cristiano

 
Santísima Señora, Madre de Dios; tú eres la más pura de alma y cuerpo, que vives más allá de toda pureza, de toda castidad, de toda virginidad; la única morada de toda la gracia del Espíritu Santo; que sobrepasas incomparablemente a las potencias espirituales en pureza, en santidad de alma y cuerpo; mírame culpable, impuro, manchado en el alma y en el cuerpo por los vicios de mi vida impura y llena de pecado; purifica mi espíritu de sus pasiones; santifica y encamina mis pensamientos errantes y ciegos; regula y dirige mis sentidos; líbrame de la detestable e infame tiranía de las inclinaciones y pasiones impuras; anula en mí el imperio de mi pecado; da la sabiduría y el discernimiento a mi espíritu en tinieblas, miserable, para que me corrija de mis faltas y de mis caídas, y así, libre de las tinieblas del pecado, sea hallado digno de glorificarte, de cantarte libremente, verdadera madre de la verdadera Luz, Cristo Dios nuestro. Pues sólo con Él y por Él eres bendita y glorificada por toda criatura, invisible y visible, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
San Efrén

Memorare

 
No me desampare tu amparo,
no me falte tu piedad,
no me olvide tu memoria.
Si tú, Señora, me dejas, ¿quién me sostendrá?
Si tú me olvidas, ¿quién se acordará de mí?
Si tú, que eres Estrella de la mar
y guía de los errados, no me alumbras, ¿dónde iré a parar?
No me dejes tentar del enemigo,
y si me tentare, no me dejes caer,
y si cayere, ayúdame a levantar.
¿Quién te llamó, Señora, que no le oyeses?
¿Quién te pidió, que no le otorgases?
Fray Luis de Granada, O.P. (1504-1588)

Ante las tentaciones

 
Madre querida, acógeme en tu regazo, cúbreme con tu manto protector y con ese dulce cariño que nos tienes a tus hijos aleja de mí las trampas del enemigo, e intercede intensamente para impedir que sus astucias me hagan caer. A Ti me confío y en tu intercesión espero. Amén.

viernes, 17 de mayo de 2013

Oración a San Pascual Bailón


Querido San Pascual:
consíguenos del buen Dios
un inmenso amor por la Sagrada Eucaristía,
un fervor muy grande
en nuestras frecuentes visitas al Santísimo
y una grande estimación por la Santa Misa.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Oración a San Pascual Bailón para pedir una vivienda

 
Jesucristo, Señor y Salvador nuestro,
que dijiste a tus apóstoles:
"Todo lo que pidan en mi nombre, lo haré",
invocamos tu clemencia,
y por el Santo nombre de Jesús
y por tu preciosa sangre
que por nosotros derramaste en tu pasión
y por las lágrimas que derramó
tu Santa e Inmaculada Madre,
yo te pido,
con la poderosa intercesión de San Pascual Bailón,
que me ayudes a encontrar la vivienda que deseo,
e igualmente te suplico
por todos aquellos que están sin techo
o que tienen problemas con la vivienda.
San Pascual Bailón, modelo de humildad y cristianismo,
confío plenamente en tu valiosa mediación
ante Dios y la Santísima Virgen
para que mi pedido sea concedido.
Que así sea.

jueves, 16 de mayo de 2013

Dulzura de los ángeles


Dulzura de los ángeles, alegría de los afligidos, abogada de los cristianos, Virgen madre del Señor, protégeme y sálvame de los sufrimientos eternos.

María, purísimo incensario de oro, que ha contenido a la Trinidad excelsa; en ti se ha complacido el Padre, ha habitado el Hijo, y el Espíritu Santo, que cubriéndote con su sombra, Virgen, te ha hecho madre de Dios.

Nosotros nos alegramos en ti, Theotókos; tú eres nuestra defensa ante Dios. Extiende tu mano invencible y aplasta a nuestros enemigos. Manda a tus siervos el socorro del cielo.

De la liturgia bizantina.

Magnificat


Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre.

Aseméjanos a ti


Aseméjanos a ti,
y enséñanos a caminar
por la vida tal como tú lo hiciste:
fuerte y digna, sencilla y bondadosa,
repartiendo amor, paz y alegría.
En nosotros recorre nuestro tiempo,
preparándolo para Cristo Jesús.

(P. José Kentenich).

Te saludo, María


Te saludo, María,
Hija amada del Padre Eterno.
Te saludo, María,
Madre admirable del Hijo.
Te saludo, María,
Esposa fiel de Espíritu Santo.
Te saludo, mi alegría, mi gloria,
mi corazón y mi alma.

Amén.

(San Luis M. Grignon de Montfort - S.XVIII)

Oración por medio de María


Padre santo y misericordioso,
tú revelaste a la bienaventurada Virgen María
que, por la venida de tu Hijo,
los poderosos serían humillados
y los humildes ensalzados.
Te pedimos por los humildes

que con Ella claman a ti.

Cristo, tú que naciste de la Virgen María
obediente a tu Palabra,

concédenos también a nosotros
un espíritu dispuesto a la obediencia.
Con ella, la primera de todos tus testigos,
quisiéramos aprender a decirte:
"hágase en mí según tu voluntad".


Dios, tú quisiste hacer de la Virgen María
la figura de la Iglesia. Ella recibió a Cristo
y lo dio al mundo.
Envía sobre nosotros tu Espíritu Santo,
para que muy pronto nos reunamos visiblemente
en un solo cuerpo e irradiemos a Cristo
ante los hombres que no pueden creer.
Reúnenos a todos en la unidad visible
para que con la Virgen María y todos los santos,
testigos de Cristo, nos alegremos en ti,
nuestro Salvador, ahora y siempre
y por los siglos de los siglos. Amén.

(Roger Schutz)

 

Santa Gema Galgani - Novena breve de súplica por la salud de un enfermo


¡Oh gloriosa protectora nuestra Santa Gema!, tú que cruzaste este valle de lágrimas sobre las punzantes espinas del infortunio, experimentando toda suerte de trabajos y dolores, compadécete desde el encumbrado trono de gloria, que gozas en el cielo, de quienes nos sentimos desfallecer bajo el peso de la desgracia, alcánzanos la salud de la persona amada por la que te invocamos si ha de ser para mayor bien espiritual de nuestras almas.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

¡Oh poderosa intercesora ante el trono de Dios abogada nuestra Santa Gema!, por la ardiente caridad para con el prójimo que inflamó tu pecho empujándote al alivio de todas las necesidades corporales y espirituales, vuelve compasiva tu mirada hacia nosotros alcanzándonos con tus ruegos del Señor recupere la salud el ser querido sobre el que invocamos confiados en tu valiosísimo patrocinio.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

¡Oh esclarecida taumaturga del siglo XX!, admirable Santa Gema, ya que el Señor te ha otorgado derramar, sobre la Humanidad doliente bondades y prodigios sin cuento, intercede benignamente por nosotros, alcanzándonos gozar jubilosos el beneficio de la salud que te suplicamos para gloria de Dios y santificación de nuestras almas.

Oración de Santa Gema


Aquí me tenéis postrada a vuestros pies santísimos, mi querido Jesús, para manifestaros en cada instante mi reconocimiento y gratitud por tantos y tan continuos favores como me habéis otorgado y que todavía queréis concederme. Cuantas veces os he invocado, ¡oh Jesús!, me habéis dejado siempre satisfecha; he recurrido a menudo a Vos, y siempre me habéis consolado. ¿Cómo podré expresaros mis sentimientos, amado Jesús? Os doy gracias…; pero otra gracia quiero de Vos, ¡oh Dios mío!, si es de vuestro agrado… (aquí se manifiesta la gracia que se desea conseguir). Si no fuerais todopoderoso no os haría esta súplica. ¡Oh Jesús!, tened piedad de mí. Hágase en todo vuestra santísima voluntad.

Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

 
Esta oración la escribió Santa Gema. Hoy la rezan millones de almas en el mundo entero para pedir por su eficaz intercesión toda clase de gracias: conversiones, salud, éxito en los exámenes, acierto en los negocios, etc., contándose innumerables favores.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Madre del Redentor


Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar;
ven a librar al pueblo, que tropieza
y quiere levantarse.
Ante la admiración de cielo y tierra
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre Virgen.
Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.

Amén.

Oración a Santa Dympna



EN LA AFLICCIÓN NERVIOSA O EMOCIONAL
A ti recurro, querida virgen y mártir, confiado en tu poder con Dios y tu buena voluntad para coger mi causa entre tus manos. Alabo y bendigo al Señor por darnos a ti como patrona de quienes padecen problemas emocionales y nerviosos. Confío firmemente en que por medio de tu intercesión Él me devolverá mi serenidad perdida y la paz mental. Quiera Él hablar a mi corazón y asegurarme: "Mi paz te doy. No dejes que tu corazón se preocupe ni tenga miedo".

Ruega por mí, querida Santa Dympna, para que mi confusión emocional y nerviosa cesen y pueda de nuevo disfrutar de la serenidad y la paz personal. Amén.


Oración a San Isidro Labrador


 
Glorioso San Isidro,
tu vida fue un ejemplo de humildad y sencillez,
de trabajo y oración;
enséñanos a compartir el pan de cada día
con nuestros hermanos los hombres,
y haz que el trabajo de nuestras manos
humanice nuestro mundo y sea,
al mismo tiempo, plegaria de alabanza
al nombre de Dios.
Como tú, queremos acudir confiadamente
a la bondad de Dios
y ver su mano providente en nuestras vidas.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

lunes, 13 de mayo de 2013

Oración a la Virgen de Fátima



Oh Virgen Santísima, Vos os aparecisteis repetidas veces a los niños; yo también quisiera veros, oír vuestra voz y deciros: Madre mía, llevadme al Cielo. Confiando en vuestro amor, os pido me alcancéis de vuestro Hijo Jesús una fe viva, inteligencia para conocerle y amarle, paciencia y gracia para servirle a Él a mis hermanos, y un día poder unirnos con Vos allí en el Cielo.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

Madre mía también os pido por mis padres, para que vivan unidos en el amor; por mis hermanos, familiares y amigos, para que viviendo unidos en familia un día podamos gozar con Vos en la vida eterna.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

 Os pido de un modo especial por la conversión de los pecadores y la paz del mundo; por los niños, para que nunca les falten los auxilios divinos y lo necesario para sus cuerpos, y un día conseguir la vida eterna.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria

Oh Madre mía, sé que escucharás, y me conseguirás estas y cuantas gracias te pida, pues las pido por el amor que tienes de tu Hijo Jesús. Amén.

¡Madre mía, aquí tienes a tu hijo, sé tu mi Madre!
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

Consagración a María



Querida y tierna Madre mía,
María, ampárame, cuida de mi inteligencia,
de mi corazón y mis sentidos
para que no cometa nunca el pecado.
 

Santifica mis pensamientos,
afectos, palabras y acciones
para que pueda agradarte a ti
y a tu Jesús y Dios mío
y contigo llegue al Paraíso.
 

Jesús y María,
dadme vuestra santa bendición:
en el nombre del Padre,
y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
 

(P. Alberione)