Salve Reina de misericordia, Señora del mundo, Reina
del cielo, Virgen de las vírgenes, Sancta Sánctorum, luz de los ciegos, gloria
de los justos, perdón de los pecadores, reparación de los desesperados,
fortaleza de los lánguidos, salud del orbe, espejo de toda pureza. Haga tu
piedad que el mundo conozca y experimente aquella gracia que tú hallaste ante
el Señor, obteniendo con tus santos ruegos perdón para los pecadores, medicina
para los enfermos, fortaleza para los pusilánimes, consuelo para los afligidos,
auxilio para los que peligran.
Por ti tengamos acceso fácil a tu Hijo, oh bendita y
llena de gracia, madre de la vida y de nuestra salud, para que por ti nos
reciba el que por ti se nos dio. Excuse ante tus ojos tu pureza las culpas de
nuestra naturaleza corrompida: obténganos tu humildad tan grata a Dios el
perdón de nuestra vanidad. Encubra tu inagotable caridad la muchedumbre de
nuestros pecados: y tu gloriosa fecundidad nos conceda abundancia de
merecimientos.
Oh Señora nuestra, Mediadora nuestra, y Abogada
nuestra: reconcílianos con tu Hijo, recomiéndanos a tu Hijo, preséntanos á tu
Hijo.
Haz, oh Bienaventurada, por la gracia que hallaste
ante el Señor, por las prerrogativas que mereciste y por la misericordia que
engendraste, que Jesucristo tu Hijo y Señor nuestro, bendito por siempre y
sobre todas las cosas, así como por tu medio se dignó hacerse participante de
nuestra debilidad y miserias, así nos haga participantes también por tu intercesión
de su gloria y felicidad.
San Bernardo
Doctor de la Iglesia. 1090 - 1153
Doctor de la Iglesia. 1090 - 1153
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