Madre querida, acógeme en tu regazo,
cúbreme con tu manto protector y con ese dulce cariño que nos tienes a tus
hijos aleja de mí las trampas del enemigo, e intercede intensamente para
impedir que sus astucias me hagan caer. A Ti me confío y en tu intercesión
espero. Amén.
miércoles, 22 de mayo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario