EN LA AFLICCIÓN NERVIOSA O
EMOCIONAL
A ti recurro, querida virgen y mártir, confiado en tu
poder con Dios y tu buena voluntad para coger mi causa entre tus manos. Alabo y
bendigo al Señor por darnos a ti como patrona de quienes padecen problemas
emocionales y nerviosos. Confío firmemente en que por medio de tu intercesión Él
me devolverá mi serenidad perdida y la paz mental. Quiera Él hablar a mi
corazón y asegurarme: "Mi paz te doy. No dejes que tu corazón se preocupe
ni tenga miedo".
Ruega por mí, querida Santa Dympna, para que mi
confusión emocional y nerviosa cesen y pueda de nuevo disfrutar de la serenidad
y la paz personal. Amén.
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